CONGRESO DE LOS DIPUTADOS EN PLENA ACTIVIDAD |
Emilio Pizocaro, periodista
Conversando ayer con un viejo militante me hizo la siguiente pregunta ¿Como vamos a creer a los dirigentes de IU cuando hablan de que son partidarios de un proceso constituyente si ni siquiera son capaces de practicar una democracia participativa en su interior?
Pareciera que se ha abierto la caja de los truenos con la publicación de los nombres que integran la lista de candidatos de IU a las elecciones europeas. El método utilizado ya está ocasionando decepción entre su esforzados militantes y sus posibles votantes.
Por mucho que maquillen el proceso de “elección” de los candidatos, este fue producto de una intensa guerrilla de intereses entre las familias que dirigen la federación de la izquierda institucionalizada.
Para justificar el mecanismo utilizado, su departamento de relaciones publicas se ha apresurado a llenarlo de palabras biensonantes tales como, “pluralismo” o “representantes de los movimientos sociales”.
La verdad es muy distinta. Encabeza la lista un integrante del equipo de IU que gobierna en Andalucía con el PSOE ; un gobierno autonómico que, a pesar de algunos arranques demagógicos, aplica sin remordimientos las políticas neoliberales dictadas por el estado.
La segunda de la lista es parte integrante de la cúpula de CC.OO. Que nadie se equivoque con las siglas. “Comisiones” ya no es la ni la sombra de la gran organización de Marcelino Camacho. Hoy es una superestructura incapaz de plantar cara al gobierno de Rajoy, con importantes grados de corrupción y desacreditada entre los trabajadores.
El resto de los candidatos son parte del cuoteo y trapicheo habitual en las formaciones políticas del sistema.
En esta vuelta, IU ha optado una vez más por sus funcionarios políticos, vamos, por la burocracia partidaria. ¿Tenéis alguna duda? Dadle una mirada a los perfiles de los dirigentes en redes sociales como Facebook o Twitter.
La gran mayoría de sus dirigentes no conocen más trabajo que el de funcionarios de CC.OO o de Izquierda Unida. Son muy pocos los que se salvan y menos aún los que estén en el tajo.
Aunque duela esta es la realidad. La opción de la federación de izquierda ha sido por aquellos políticos profesionales que han terminado siendo parte necesaria del régimen del 78. En efecto, IU entra perfectamente en las definiciones que hacen los sociólogos del régimen partitocrático español.
Según estudios de la Universidad Autónoma de Madrid en los partidos políticos se pueden distinguir tres niveles: abajo; la militancia que es fiel a los principios, en el medio; los cuadros intermedios que sirven como moderadores y finalmente en la cúpula; los oportunistas acostumbrados a utilizar la ideología como un recurso discursivo.
En realidad produce una pena negra la deriva que lleva una herramienta política que fue tan valiosa en el tiempo de Julio Anguita.
Ahora todo parecer indicar que los tiros de la cúpula de IU van por el lado de la socialdemocracia. Con el ejemplo de Andalucía y unas encuestas que le dan un sostenido crecimiento ha llegado tempranamente la hora de los cuchillos por los puestos.
La burocracia partidaria se apronta a gobernar con el PSOE en la próxima legislatura. La ruptura y el proceso constituyente una vez más no está a la orden del día. Será un tema de estudio más que un quehacer político concreto. Claramente la revolución democrática no es prioridad para la dirección de Izquierda Unida.
Sino como se explica el discurso de Cayo Lara en al congreso de los comunistas españoles cuando pregunto ¿ Estáis dispuestos a gobernar?
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