En mayo se cumplirá un año desde el inicio de las movilizaciones.
No era previsible nuestro hoy.
No hicimos las pancartas con animo de que duraran.
Estabamos convencidos de que la Navidad traería cordura.
Y trajo una inmensa y maloliente deposición.
En forma de recortes.
En forma de recortes.
Sigue oliendo.
Las gentes, que no el pueblo, se han agazapado tras las ventanas.
Miran la calle desde sus casas.
Juegan con el visillo, difuminando las pocas luces que quedan en las calles.
Cansados.
Muy cansados.
Desesperanzados
Resignados.
Aunque aún indignados.
Estan desmotivados.
Una frondosa selva informática rodea al ciudadano.
La tupida y espesa red de los internautas les sirve de refugio.
El nivel de aproximación a las movilizaciones,
lo mide la rabia con la que se presionan las teclas del ordenador.
Paracelso.
Paracelso.
LA FRONDOSA SELVA INFORMÁTICA |
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