Un tiro
en el centro del
corazón de Doñana.
Fracturación hidráulica
La fracturación hidráulica o fractura hidráulica (comúnmente conocida en inglés como hydraulic fracturing o fracking1 )2 es una técnica para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo
del subsuelo. El procedimiento consiste en la inyección a presión de
algún material en el terreno, con el objetivo de ampliar las fracturas
existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas o el petróleo, y
favoreciendo así su salida hacia el exterior. Habitualmente el material
inyectado es agua con arena y productos químicos, aunque ocasionalmente
se pueden emplear espumas o gases.
Se estima que en 2011 esta técnica estaba presente en aproximadamente el 60% de los pozos de extracción en uso. Debido al aumento del precio de los combustibles fósiles, que ha hecho económicamente rentables estos métodos, se está propagando su empleo en los últimos años, especialmente en los EE. UU.
Existe una gran alarma sobre el peligro medioambiental derivado de
esta técnica, pues además de un enorme consumo de agua, es habitual que
junto con la arena se incluyan multitud de compuestos químicos, cuya
finalidad es favorecer la fisuración o incluso la disolución de la roca,
y que podrían contaminar tanto el terreno como los acuíferos
subterráneos.
(De Wikipedia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario