MANUAL DE EXCELENCIA
“En
el Sistema Sanitario Público de Andalucía, …el profesional es una clave
para la modernización y calidad del sistema sanitario, mucho más que
las tecnologías o las formas de trabajo”
( Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, manual de acreditación para profesionales).
La
gestión clínica en el Servicio Andaluz de Salud es un proceso de diseño
organizativo que permite incorporar a los profesionales en la gestión
de los recursos utilizados en su propia práctica clínica.
(Consejería de Sanidad, Junta de Andalucía)
PRÓLOGO
Este documento es una propuesta de la Plataforma de Profesionales de la Salud de Andalucía
cuyo objetivo es mantener la máxima calidad asistencial posible, en el
nuevo contexto creado como consecuencia de la aplicación de las medidas
de ajuste presupuestario.
La nueva situación viene
determinada por los cambios realizados por la Administración de
espaldas a los profesionales, que afectan de manera fundamental a
nuestro entorno de trabajo diario y por lo tanto a nuestra capacidad de
ofrecer un buen servicio a los ciudadanos:
- menor número de profesionales disponibles para realizar las
mismas tareas (contratos con reducción de jornada al 75%, no renovación
de contratos, no sustitución de ausencias por enfermedad, vacaciones,
jubilaciones)
- jornadas excesivamente largas por la forma de aplicación de la ampliación de la jornada ordinaria.
En esta nueva situación en la que nuestra empresa ha
incumplido sus compromisos con los profesionales y los usuarios, es
necesario redefinir y priorizar nuestra actividad en cuanto a los
objetivos que nos son marcados.
Para elaborar este manual se han tenido en cuenta la Carta de
Derechos y Deberes del Ciudadano del SSPA. y los Derechos y Deberes del
personal contemplados en el Estatuto Marco del personal estatutario de
los Servicios de Salud.
Esta propuesta pretende ser práctica y dinámica por lo que
animamos a todos los profesionales a aportar ideas para mejorarla a
través de las plataformas provinciales y la web
DECÁLOGO DE PRINCIPIOS
1-
Defender estructuras organizativas profesionales donde se trabaje de
forma coordinada en función de guías de práctica clínica y protocolos de
consenso que permitan la mejor y más fluida atención al usuario. Cada
categoría profesional priorizará las actividades que son de su
competencia y para las que se ha formado y en las que, por lo tanto, su
papel es insustituible.
2- Priorizar las actividades con mayor impacto en la salud de los usuarios.
3-Priorizar
la actividad asistencial sobre la burocracia. Si la actividad
administrativa no esencial limita la actividad asistencial se
desestimará su realización.
4- Realizar los registros y actividades administrativas imprescindibles que garanticen, por este orden:
* la seguridad de los usuarios
* el correcto seguimiento clínico.
* los datos epidemiológicos y de gestión fundamentales
Utilizar los sistemas de registro más eficientes (más datos útiles
con consumo menor de tiempo) aún cuando esto entre en conflicto con
algunos indicadores de calidad o los de consecución de los objetivos
5-
Asumir exclusivamente objetivos asistenciales y de formación realistas y
alcanzables, basando la actividad clínica en la evidencia científica.
6-
Defender y exigir la continuidad y personalización de los cuidados al
paciente a lo largo de los procesos y la libre elección real por parte
de éste del profesional que le atiende.
7-
Exigir la participación en la gestión de las agendas para una mejor
gestión del tiempo estableciendo tiempos mínimos para cada actividad.
8- Mantener los avances técnicos alcanzados en las especialidades. Exigir el mantenimiento de las subespecializaciones.
9-
Reforzar la formación de los EIR evitando que se dediquen a tareas
asistenciales estructurales, priorizando aquellas orientadas a su óptima
formación. Exigir el reconocimiento y el cumplimiento de las labores
docentes a los tutores.
10- Exigir entornos de trabajo que permitan mantener y mejorar la actividad investigadora.
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