lunes, 23 de octubre de 2017

23.10.17.- LA HUMANIZACIÓN SANITARIA SE PUEDE MEDIR. LA HABITACIÓN DEL SAS.


Reeditamos esta entrada em el blog
aún hoy vigente



 CAMAS PÚBLICAS / CAMAS PRIVADAS (Paracelso)

SALA DE ENCAMAMIENTO DE UN ANTIGUO HOSPITAL





SALA DE ENCAMAMIENTO MAS RECIENTE (CRUJIA)





LA HABITACIÓN INDIVIDUAL EN EL SAS



No existen eficaces medios de inspección de las "faenas" sanitarias.
En tanto:
El ciudadano valorará los servicios sanitarios en función de su
imagen externa.
No de su calidad técnica.
Una buena sala de espera,
unas mullidas moquetas,
o una melodiosa voz al otro lado del teléfono,
no son indicadores de calidad.
Solo de confort.
Que también importa.
Pero el hábito no hace al monje.
¿Que ha hecho el gobierno de coalición de Andalucía con nuestra sanidad?
¿Como ha podido entregar las parcelas de lucro a la sanidad privada,
creyendo que con ello soluciuonaría el colapso?
  Todo hacía preveer,
 que el número de camas, no sería un problema para nuestra sanidad.
 Multitud de factores deberían haber contribuido, 
a disminuir las necesidades de las mismas.
La nuevas técnicas minimamente invasivas,
la cirugía mayor ambulatoria,
 el "mimado" dispositivo de atención primaria,
(hoy en vías del desmantelamiento)
que con un exquisito cuidado se edificó,
 en torno a los distritos sanitarios,
las consultas de enfermería,
las extraciones periféricas,
las unidades periféricas de rehabilitación,
las salas de tratamiento en las zonas básicas,
la conexión de los centros de especialidades periféricas con los hospitales
el proceso de jerarquización,
(fatalmente aplicado y hoy abortado)
aún por resolver,
 con especialistas remunerados pero inactivos,
(y posiblemente humillados)...
...
  Todo esto y muchas mas medidas,
hacían preveer una disminución en las necesidades de camas hospitalarias.
Se  vislumbraba entonces,  la implantación en nuestros hospitales,
 de la HABITACIÓN individual en los centros del SAS.
Cuanta torpeza,
cuantos intereses no declarados,
que sinfín de errores de priorización.
Cuanto malhacer político, ha tenido que ensuciar las mesas de planificación sanitaria,
para tirar por tierra la belleza de un proyecto,
de sanidad pública,
con la que muchos soñamos,
allá por el principio de lo años ochenta.

Paracelso.





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