Foto Dds. Piscozub. |
ASOCIACIÓN
PRO DERECHOS
HUMANOS
DE ANDALUCÍA
http://www.apdha.org/sevilla/?p=408
Comunicado
Archivo judicial de la instrucción por la muerte de
Piotr Piscozub sin responsables penales, pero sí con responsables
directos de su muerte evitable
El pasado día 2 de octubre se cumplieron 2 años del fallecimiento en el albergue de Piotr Piskozub. Un hecho que ocasionó una gran indignación en buena parte de la ciudadanía que clamó justicia y esclarecimiento de lo ocurrido. La autopsia médico-legal estableció como causa de la muerte una “neumonía por neumococo y s. aureus en paciente con tuberculosis miliar con afectación pulmonar, hepática y renal”.
Según el informe médico forense, presentaba un índice de masa corporal de 12.6 kg/m2 “indicativo de hospitalización, tratamiento de la malnutrición, realización de pruebas diagnósticas para la detección de las enfermedades de base (al menos hemograma, bioquímica y radiografía de tórax) y tratamiento de las mismas.”
Durante dos años de instrucción han declarado los doctores que le atendieron, testigos, policías, conductor de la ambulancia y forensespara concluir que aunque el doctor que le atendió en urgencias no hubiera cometido ningún error en su diagnóstico, posiblemente no se podría haber evitado su muerte, pues tal y como se estructuran las urgencias actualmente, un eventual ingreso no le habría dado el tiempo suficiente para salvar su vida”.
Esta conclusión de la jueza instructora hace decaer la acción penal, ya que debe existir una relación causal directa entre el error médico (error de diagnóstico en este caso) y el fallecimiento. Lo cual no significa que en esta muerte no haya responsables.
Podemos concluir después de dos años de instrucción que las lagunas de los protocolos de la atención en la atención a las personas en exclusión en urgencias son tan grandes, que es posible que puedan suceder casos con consecuencias tan dramáticas como el Piotr:
1.- Los protocolos que en la práctica se han utilizado, estaban dirigidos a “expulsar” cuanto antes del sistema a este colectivo y atender de manera prioritaria su derivación fuera del sistema sanitario sin aplicación de pautas médicas especiales por el hecho de ser precisamente un colectivo más vulnerable a la hora del padecimiento de determinadas enfermedades y sus recaídas. De hecho esta fue la situación de Piotr a quien se le etiquetó como “problemática social” desde que entró por las puertas, sin que él mismo por su estado de deterioro supiera por a qué le habían llevado allí, qué le pasaba (llegó a manifestar que le habían llevado unos amigos malos), qué síntomas tenía (y estaba a pocas horas de fallecer), no podía hacerse entender bien en español ni comunicarse y nadie trasmitió la información de que había llegado en ambulancia, porqué motivo se activó el servicio de ambulancia y nunca llegaron a saberlo si quiera los médicos de triaje ni los doctores que le atendieron.
Estos Protocolos que fueron actualizados por la Consejería de salud a raíz de la muerte de Piotr no contienen cambios reales existiendo enormes lagunas, muy parecidas a las del momento del fallecimiento de Piotr[1]. Siguen existiendo, por ejemplo, enormes deficiencias a la hora de transmitir información en el traslado de pacientes sin hogar de las ambulancias convencionales a las urgencias. Es posible que la ambulancia “aparque” a un paciente en admisión sin que se comunique los motivos de la asistencia, en qué condiciones se le ha recogido en la calle, quién ha activado el servicio o por qué se ha considerado oportuno el desplazamiento hasta urgencias. En este caso, si la PSH no tuviera capacidad para comunicar de manera adecuada su situación, no existirá́ ninguna información en admisión que posteriormente tampoco llegará al encargado de triaje y menos aún al médico que lo atienda. Siendo perfectamente posible que no conozcan ni que ha sido trasladado en ambulancia hasta el hospital, que es una persona sin hogar o qué ha motivado su traslado a urgencias, si la persona no es capaz de comunicarlo adecuadamente. Y esto fue lo que pasó exactamente con Piotr Piscozub.
2.- En situación de personas en exclusión el Defensor del Pueblo Andaluz recomendó, a raíz del fallecimiento de Piotr, que la Consejería de salud indicara un incremento del interés de los pacientes en exclusión, y sobre todo en la ampliación de pruebas a practicar para completar el diagnóstico. Las personas en exclusión social, en este caso las PSH como era Piotr Piscozub, contienen una serie de carencias a nivel personal y social tales como espacios donde vivir, hábitos de consumo e higiene, falta de respaldo familiar, etc., que pueden obstaculizar gravemente los procesos de recuperación de su salud física por lo que el personal sanitario (especialmente médicos) deben hacerse conscientes de tales circunstancias y obrar en consecuencia, realizando un tratamiento adaptado a tales personas. Si se hubiera realizado alguna prueba complementaria las graves enfermedades de Piotr que le llevarían a la muerte en pocas horas habrían sido puestas de manifiesto.
3.- Dichos protocolos deben ponerse en relación con los escasos recursos de los servicios sociales municipales, totalmente insuficientes para atender a las personas sin hogar, y la inexistencia de los mismos para las personas sin hogar enfermas. De hecho Piotr se encontraba desde había meses en situación de calle, muy deteriorado, enfermo y sin asistencia social del ayuntamiento alguna.
4.- Continúan produciéndose Alta Clínicas de personas en riesgo social sin la adecuada derivación social hacia las UTS hospitalarias, entre otras cosas porque no trabajan las 24 horas que se encuentras activas las urgencias. Como pasó en el caso de Piotr que ni siquiera llegó a ser derivado a dicho servicio.
Es posible que no exista responsabilidad penal de un profesional concreto, pero es evidente que la Consejería de Salud y Bienestar Social ha mantenido y mantiene un sistema de atención que, además de ineficaz, ha podido hacerla responsable directa de la muerte de Piotr Piscozub. Así mismo, aludimos a la responsabilidad del Ayuntamiento. No podemos admitir que haya ningún ciudadano viviendo en la calle y menos deteriorándose progresivamente como le ocurrió a Piotr. Tampoco podemos admitir que ningún ciudadano de Sevilla pueda llegar a ser marcado con el sello de “problemática social” cuando ha sido excluido de la sociedad. ¿Quién va a responder por ello?
Delegación de Sevilla
Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía
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