EQUO SEVILLA
Zoido ha demostrado carecer de un proyecto de ciudad y de un modelo productivo
24 abril, 2015 · por Equo Sevilla · en Información
En la provincia de Sevilla
tenemos 306.000 personas sin empleo, lo que supone una tasa de paro de
32,38%. Y no es de números de lo que hablamos, sino de personas. No
hablamos de números, sino de tragedias personales y familiares, de
pobreza… Estamos hablando de injusticia, de injusticia brutal. Y
una cosa sí tenemos clara en EQUO: solo un cambio en cómo nos
relacionamos y gestionamos lo económico y lo social nos llevará a una
sociedad más justa, más igualitaria y donde todas las personas puedan
vivir con dignidad.
Antes estos datos, el candidato a la
alcaldía para la ciudad de Sevilla, Esteban de Manuel Jerez, ha
publicado su dolor con las siguientes palabras:
ESTEBAN DE MANUEL CANDIDATO DE EQUO A LA ALCALDÍA DE SEVILLA |
“Zoido,
que prometió ser el alcalde del empleo, va a acabar su mandato con más
paro que cuando tomó posesión. Ha demostrado carecer de un proyecto de
ciudad y de un modelo productivo. Y justamente en el cambio de modelo de
ciudad es donde tenemos más oportunidades para reactivar la economía y
generar empleo sostenible y de calidad.
Esa es nuestra apuesta:
impulsar la transición de Sevilla hacia una ciudad ecológica impulsando
el empleo verde. La rehabilitación sostenible de nuestros barrios, la
apuesta por la autosuficiencia energética produciendo electricidad en
los techos de nuestros edificios, el transporte sostenible, las
actividades de reciclaje y reparación, la creación de empleo directo en
servicios sociales de proximidad y educadores sociales de calle, la
agricultura urbana y la transición ecológica de toda nuestra industria,
el apoyo al comercio y la industria local.”
Así, se hace imprescindible acometer una
reforma profunda de las leyes de propiedad y propiciar los equilibrios
democráticamente controlados en el ámbito de la propiedad privada, la
propiedad común y la propiedad pública
Es necesaria la participación colectiva
de los trabajadores en el accionariado, lo que plantea un nuevo modelo
de relaciones industriales que supone una mayor corresponsabilidad entre
los representantes de los trabajadores, para que el empleo y su
remuneración no sean la variable sobre la que recaen los ajustes en
épocas de crisis.
La actividad económica debe
orientarse hacia el objetivo de cubrir las necesidades que
democráticamente hayan sido consideradas prioritarias y que han de ser
satisfechas con criterios de universalidad para el conjunto de la
ciudadanía y de discriminación positiva para las personas con
dificultades especiales. La sociedad civil constituye una de
las claves del cambio para hacer posible este nuevo modelo. Es necesario
lograr, mediante políticas educativas, informativas y participativas,
una implicación de la sociedad civil en la percepción de los problemas y
de las soluciones existentes.
Urge caminar hacia nuevos modelos de
trabajo. En EQUO abogamos por un planteamiento que promueva el trabajo
justo y decente y la democracia en el seno de empresas avanzadas,
humanas y sostenibles. Apoyamos la coordinación salarial europea y el
aumento de los convenios colectivos europeos con un pacto
capital-trabajo basado en la recuperación progresiva del peso de los
salarios en la renta.
Otra clave importante es la
redistribución del tiempo de todos los trabajos. Trabajar menos tiempo
para trabajar mejor y más personas.
Los conceptos y los tiempos de trabajo
productivo y reproductivo no han sido algo inamovible a lo largo de la
historia y tampoco desde el principio de la revolución industrial.
Atrevernos a cuestionar sus lógicas y el reparto de horas que les
dedicamos a ambos forma parte de nuestro empeño por configurar un modelo
social y laboral equitativo, sostenible y humano. Por eso nos acercamos
con simpatía a la propuesta de 21 horas de jornada semanal de trabajo
productivo que propugna la Fundación de la Nueva Economía (NEF).
Ir
hacia una semana laboral bastante más corta es una alternativa a muchas
de las crisis que sufrimos actualmente. Tenemos que trabajar menos para
romper el círculo de «trabajar más para ganar más para consumir más» e
iniciar un círculo virtuoso de «trabajar para vivir bien con menos».
En lo inmediato, EQUO apoya el
establecimiento de una jornada laboral de 35 horas semanales sin que
ello suponga ninguna pérdida de poder adquisitivo. Es más, consideramos
conveniente en los países desarrollados ir reduciendo la jornada y
empleando los aumentos de productividad derivados del progreso
tecnológico no en un mayor consumo de bienes materiales, sino en
disponer de más tiempo libre.
Esta y otras medidas dirigidas a la
racionalización de los horarios laborales deberán ser acompañadas de
disposiciones que impidan a las empresas presionar a sus empleados para
que excedan su jornada laboral.
Por otro lado, hace falta
promover el reparto del trabajo de cuidado y doméstico entre hombres y
mujeres, dándole el reconocimiento y la relevancia que merece por ser la
base esencial de la reproducción de la vida y del fomento de otros
valores basados en la cooperación, la solidaridad y la sostenibilidad en
el entorno próximo.
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