jueves, 29 de agosto de 2013

29.08.13.- CRISTIANISMO-CIFUENTES-LEY DEL TALIÓN





CRISTIANISMO
 
Enviado a la página web de Redes Cristianas

Le han pedido a Cristina Cifuentes un centenar de trabajadores del hospital de La Paz, concentrados el jueves, 22 de Agosto, a las puertas del centro para protestar contra la privatización de la sanidad madrileña. Y, en buena lógica, no les falta razón, si tenemos en cuenta que esta señora es la misma que en el último año ha ordenado apalear en varias ocasiones a los profesionales sanitarios por manifestarse en defensa del sistema público sanitario.

Es mi deseo que la señora Cifuentes se recupere lo antes posible del grave accidente sufrido, pero, tan pronto como salga de la UCI, por coherencia personal y política, debería ingresar, a la mayor brevedad posible, en un hospital privatizado, o que pretenden privatizar, para dar ejemplo y demostrar así a los ciudadanos madrileños que la sanidad privada es mejor que la pública.




CIFUENTES


 


LEY DEL TALIÓN

El término ley del talión (latín: lex talionis) se refiere a un principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido. El término "talión" deriva de la palabra latina "talis" o "tale" que significa idéntica o semejante, de modo que no se refiere a una pena equivalente sino a una pena idéntica. La expresión más conocida de la ley del talión es "ojo por ojo, diente por diente" aparecida en el Éxodo veterotestamentario.
Históricamente, constituye el primer intento por establecer una proporcionalidad entre daño recibido en un crimen y daño producido en el castigo, siendo así el primer límite a la venganza.
En el Antiguo Testamento, más concretamente en la ley mosaica, la ley del talión aparece en Éxodo 21:23-25, en Levítico 24:18-20 y en Deuteronomio 19:21. Este principio seguirá vigente para el judaísmo hasta la época talmúdica, donde los rabinos del momento determinaron que la pena se transformaría en un resarcimiento económico. También el cristianismo lo deja sin efecto a raíz del Sermón del monte de Jesús de Nazaret (Mateo 5:38-39).

(Wikipedia)








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