Artículo publicado en "samblea.blogspot.com"
miércoles, 6 de febrero de 2013
La huelga de LIPASAM
Nosotros |
Y ellos. Elige. |
Pensábamos que no era para tanto una huelguita con un poco de basura esparcida por la calle, en medio del lío de sobres de corruptos hijos de sus padres, que afectan a todos los sectores pudientes de jueces, políticos, empresarios, banqueros, familia real... Pero no.
Esta mañana el diario ABC, y toda la prensa sevillana en general, se despacha contra los huelguistas de lipasam. Vienen a decir que la gente se pone en huelga indefinida por puro placer, para fastidiar a la ciudad, desgastar al PP (toma castaña), hundir el turismo, propagar epidemias, ganar mucho dinero y colocar a sus familiares en los apetecibles puestos de recogedores de detritus que se pasean por la noche moviendo contenedores.
También señalan las fuerzas democráticas de prensa y partidos, que los servicios mínimos son insuficientes, que hay que hacerlos taaan amplios, que obliguen a los trabajadores a limpiarlo todo y a no causar molestias.
Y terminan pidiendo que todo el peso de la ley caiga sobre los huelguistas en forma de lo que haga falta: multas, cárcel, juicios públicos, prueba de Dios y cepo en la Plaza de las setas para los más recalcitrantes. Esto último, llegará.
Todo esto se dice, obviando que la empresa elimina las contrataciones de Semana Santa, Feria, Navidad y verano, harán trabajar a los empleados fijos en sus festivos (gratis gracias al incremento de jornada) y les bajan el sueldo un 5%. Sueldos que, dicho sea de paso, no son gran cosa. Es decir: más trabajo para los basureros, por menos sueldo, con pérdida de empleo. Formidable panorama. ¿Os suena? En la huelga los trabajadores han puesto en lo alto de la mesa su sueldo: no cobran. ¿Qué es lo que piden? Que los dejen como están. No es para tanto.
Es decir: para las autoridades y para la prensa a su servicio, la huelga es útil, buena y democrática, cuando no vale para nada y cuando la gente dice el servil "mande usted amo". Cuando la huelga da problemas, debe ser neutralizada y eliminada por cualquier medio: desacreditando a los huelguistas, poniendo a la opinión pública en contra de las víctimas, haciendo que aplaudan a directivos millonarios, ineficaes y corruptos, y llegado el caso, mandando a las fuerzas de seguridad del Estado a detener, maltratar, golpear y juzgar a los que protestan. O sea: calumnias, violencia simbólica y física al servicio del Poder.
¿De parte de quién estamos los de este blog? Por supuesto: de parte de la huelga, de los derechos de los trabajadores, del empleo, de su salario y en contra de los privilegios, los sueldos millonarios, las comisiones y la productividad de los corruptos.
Lo comentamos de pasada, para que sepáis lo que nos espera cuando se nos ocurra al personal sanitario montar una protesta que sea efectiva y que ponga nerviosos a los dirigentes del SAS. Nos llamarán asesinos peseteros, nos mandarán a los antidisturbios y más de uno se va a pasar por el juzgado.
Pues eso. Más madera.
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