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DESDE UNA TIERRAS LEJANAS
PARA UNAS TRAGEDIAS CERCANAS
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viernes, 22 de enero de 2016
Mueren dos indigentes en pleno boulevard durante la fiesta de san sebastián
Una irundarra de 50 años falleció, en brazos de su marido, mientras dormía en un cajero automático de Donostia Otro varón murió al mediodía a solo 20 metrosALICIA ZULUETA JAVI COLMENERO - Jueves, 21 de Enero de 2016
“Yoli siempre tenía frío por las noches y yo le tapaba con esta manta” “Cuando nos despertamos, intentamos despertarla pero estaba muerta” DONOSTIA - Dos personas sin hogar perdieron ayer la vida en mitad del Boulevard donostiarra, en el día grande de la ciudad. A las 6.30 horas de la mañana, una mujer de 50 años falleció en el cajero automático de Caja Laboral, situado junto al restaurante Va Bene. Pero es que a escasos 20 metros del lugar, seis horas más tarde y durante la Tamborrada infantil, otro indigente pereció por un atragantamiento, según las primeras hipótesis. En ninguna de las dos muertes hubo violencia de por medio, y podrían ser fruto de una terrible casualidad. El drama convivió ayer con la fiesta, aunque quien se llevó la peor parte fue el grupo de indigentes que se aposenta diariamente en los bancos contiguos al quiosco del Boulevard. A pesar del benévolo clima para celebrar el día más donostiarra del año, el negro tiñó las horas para este colectivo de cerca de quince personas. Stan, un habitual de la zona, se llevó la peor parte, porque Yoli, la mujer fallecida en el cajero, era su mujer. Con la Marcha de Sarriegi de fondo, este hombre no pudo reprimir una hilera de lágrimas amargas. “Yoli está muerta”, repetía, como para asimilarlo, sentado en su banco de siempre.
Su tragedia empezó a las 6.30 de la madrugada. “Ella siempre tenía frío por las noches y yo le tapaba con la manta”, relató, señalando una manta térmica dorada que tenía doblada sobre su atillo. Como cada día, al caer el sol, Stan y Yoli descansaban en el cajero situado frente a la zona donde suelen pasar el día con los perros y bebiendo con el resto de compañeros. La noche del martes estaban también acompañados de otra persona. “Ella tenía la cabeza apoyada sobre mi pierna y tenía el aliento caliente”, recordó Stan. Sin embargo, una vez que él y su compañero se despertaron, trataron de hacerle salir del sueño, pero “estaba muerta”, lamentó en voz alta, para hacerse oír por encima de los redobles de tambores y barriles. Fue en aquel momento cuando avisaron a una ambulancia que acudió al lugar junto con la Guardia Municipal. Una vez que llegaron las dotaciones, solo pudieron levantar su cadáver porque “no había nada que hacer”. Yoli era una irundarra de 50 años, que llevaba cinco años compartiendo la vida con Stan, un hombre procedente de la República Checa, afincado en Donostia desde los 90. Otros de los sin techo que apoyaron ayer a Stan revelaron que Yoli “estaba enferma” y tenía “problemas con el alcohol”. No obstante, hasta que no se realicen las pruebas forenses, fuentes policiales suponen que falleció “por causas naturales”. A tan solo 20 metros del cajero, y de los bancos que son el hogar de estos indigentes, también murió ayer otro hombre. El grupo de Stan afirmó que no lo conocían aunque fuera un sin techo. No obstante, destacaron que estuvo un rato sentado con ellos y que su nombre podría ser Miguel. Este segundo episodio, a plena luz del día, generó más expectación. Aunque en el momento del suceso, cerca de las 13.00 horas, los transeúntes prestaban más atención a la Tamborrada infantil que a este hombre. El hombre se dirigía a unos urinarios públicos cuando se sintió indispuesto y se desvaneció. Al parecer, los sanitarios que acudieron al lugar extrajeron un trozo de comida de su garganta. Acordonaron la zona para realizarle las maniobras de reanimación, que no resultaron exitosas.MUERTO DE FRÍO EN 2006 Donostia ya ha vivido episodios parecidos por la muerte de indigentes, algunos incluso más graves. El último caso que trascendió y generó una gran polémica fue el de Francisco Barrena, un hombre que murió de frío, por un paro cardíaco, el 15 de diciembre de 2006, hace nueve años, frente a las puertas del instituto Usandizaga; en Amara. Francisco era natural de Barakaldo y se crió en Navarra, pero llevaba varios años instalado en Donostia. Solía mendigar por el barrio de Amara. Esta vez no es un indigente el que haya muerto, esta vez han sido dos los que han muerto uno de ellos se trataba de una mujer de 50 años que murió congelada en los brazos de su marido, cuando estos dormían en el interior de un cajero automático, la otra victima mortal se trataba de un barón que dormía a solo veinte metros de distancia de donde falleció la mujer, según fuentes hospitalarias el varón pudo morir asfixiado por un atraganta miento producido casualmente. Todo parece que es un cumulo de macabras circunstancias, las que desencadenaron los echo, pero que dos personas mueran en la misma noche y a escasos veinte metros y en plenas fiestas no parece tanta casualidad, es que en el caso de la mujer fallecida por hipotermia nadie entro a sacar dinero del cajero automático y avisar a los servicios de emergencias para que la auxiliaran,y en el caso del varon tampoco paso nadie por ese BOULEVARD a pesar que esa misma noche se estaban celebrando unas fiestas locales. Ya me duelen las manos y apenas tengo voz de decir a gritos que cuando los ayuntamientos se van a poner manos a la obra para que se construyan albergues decentes con plazas suficientes incluso hasta de sobra para que ningún indigente vuelva a tener que dormir en la calle, ¿ cuantos indigentes mas tendremos que enterrar este invierno por la falta de plazas en albergues dignos? Es que para los políticos solo les importan las personas y se acuerdan de los indigentes en época de elecciones, cuando están en juego sus cómodos sillones en los ayuntamientos y como ven que se le puede acabar el chollo prometen el oro y el moro, cuando en Madrid salio la coalición entre AHORA MADRID y PODEMOS la SEÑORA ALCALDESA DOÑA MANUELA CARMONA prometió paralizar los desahucios a las familias que no pudiesen hacer frente a los pagos de las hipotecas, también prometió el pago de los servicios básicos como el agua,el gas y la electricidad y ayudas a los indigentes pasados varios meses de su elección como alcaldesa de todo eso nada de nada y en las calles siguen muriendo indigentes cuando a ocupado su sillón a los indigentes los a dado de lado, mueren congelados de frió en los bancos de los parque, son insultados, humillados y agredidos, osea que como siempre todo sigue igual, aunque en la manifestación que celebraron todos los sin techo en Madrid el día 22 de Octubre 2015 doña MANUELA CARMONA prometiese el oro y el moro cuando dio su discurso lleno de promesas y dando falsas ilusiones a este colectivo, resulta que tres meses después de esta manifestación los indigentes siguen muriendo de frió en las calles, son insultado, agredido y humillados y mientras tanto ni desde el AYUNTAMIENTO ni desde ASUNTOS SOCIALES el cual depende del ministerio de sanidad no se a movido ni un solo dedo para mejor la situación de estas personas y los indigentes siguen estando igual o en peores condiciones que antes. BUBÚ
“Yoli siempre tenía frío por las noches y yo le tapaba con esta manta” “Cuando nos despertamos, intentamos despertarla pero estaba muerta” DONOSTIA - Dos personas sin hogar perdieron ayer la vida en mitad del Boulevard donostiarra, en el día grande de la ciudad. A las 6.30 horas de la mañana, una mujer de 50 años falleció en el cajero automático de Caja Laboral, situado junto al restaurante Va Bene. Pero es que a escasos 20 metros del lugar, seis horas más tarde y durante la Tamborrada infantil, otro indigente pereció por un atragantamiento, según las primeras hipótesis. En ninguna de las dos muertes hubo violencia de por medio, y podrían ser fruto de una terrible casualidad. El drama convivió ayer con la fiesta, aunque quien se llevó la peor parte fue el grupo de indigentes que se aposenta diariamente en los bancos contiguos al quiosco del Boulevard. A pesar del benévolo clima para celebrar el día más donostiarra del año, el negro tiñó las horas para este colectivo de cerca de quince personas. Stan, un habitual de la zona, se llevó la peor parte, porque Yoli, la mujer fallecida en el cajero, era su mujer. Con la Marcha de Sarriegi de fondo, este hombre no pudo reprimir una hilera de lágrimas amargas. “Yoli está muerta”, repetía, como para asimilarlo, sentado en su banco de siempre.
Su tragedia empezó a las 6.30 de la madrugada. “Ella siempre tenía frío por las noches y yo le tapaba con la manta”, relató, señalando una manta térmica dorada que tenía doblada sobre su atillo. Como cada día, al caer el sol, Stan y Yoli descansaban en el cajero situado frente a la zona donde suelen pasar el día con los perros y bebiendo con el resto de compañeros. La noche del martes estaban también acompañados de otra persona. “Ella tenía la cabeza apoyada sobre mi pierna y tenía el aliento caliente”, recordó Stan. Sin embargo, una vez que él y su compañero se despertaron, trataron de hacerle salir del sueño, pero “estaba muerta”, lamentó en voz alta, para hacerse oír por encima de los redobles de tambores y barriles. Fue en aquel momento cuando avisaron a una ambulancia que acudió al lugar junto con la Guardia Municipal. Una vez que llegaron las dotaciones, solo pudieron levantar su cadáver porque “no había nada que hacer”. Yoli era una irundarra de 50 años, que llevaba cinco años compartiendo la vida con Stan, un hombre procedente de la República Checa, afincado en Donostia desde los 90. Otros de los sin techo que apoyaron ayer a Stan revelaron que Yoli “estaba enferma” y tenía “problemas con el alcohol”. No obstante, hasta que no se realicen las pruebas forenses, fuentes policiales suponen que falleció “por causas naturales”. A tan solo 20 metros del cajero, y de los bancos que son el hogar de estos indigentes, también murió ayer otro hombre. El grupo de Stan afirmó que no lo conocían aunque fuera un sin techo. No obstante, destacaron que estuvo un rato sentado con ellos y que su nombre podría ser Miguel. Este segundo episodio, a plena luz del día, generó más expectación. Aunque en el momento del suceso, cerca de las 13.00 horas, los transeúntes prestaban más atención a la Tamborrada infantil que a este hombre. El hombre se dirigía a unos urinarios públicos cuando se sintió indispuesto y se desvaneció. Al parecer, los sanitarios que acudieron al lugar extrajeron un trozo de comida de su garganta. Acordonaron la zona para realizarle las maniobras de reanimación, que no resultaron exitosas.MUERTO DE FRÍO EN 2006 Donostia ya ha vivido episodios parecidos por la muerte de indigentes, algunos incluso más graves. El último caso que trascendió y generó una gran polémica fue el de Francisco Barrena, un hombre que murió de frío, por un paro cardíaco, el 15 de diciembre de 2006, hace nueve años, frente a las puertas del instituto Usandizaga; en Amara. Francisco era natural de Barakaldo y se crió en Navarra, pero llevaba varios años instalado en Donostia. Solía mendigar por el barrio de Amara. Esta vez no es un indigente el que haya muerto, esta vez han sido dos los que han muerto uno de ellos se trataba de una mujer de 50 años que murió congelada en los brazos de su marido, cuando estos dormían en el interior de un cajero automático, la otra victima mortal se trataba de un barón que dormía a solo veinte metros de distancia de donde falleció la mujer, según fuentes hospitalarias el varón pudo morir asfixiado por un atraganta miento producido casualmente. Todo parece que es un cumulo de macabras circunstancias, las que desencadenaron los echo, pero que dos personas mueran en la misma noche y a escasos veinte metros y en plenas fiestas no parece tanta casualidad, es que en el caso de la mujer fallecida por hipotermia nadie entro a sacar dinero del cajero automático y avisar a los servicios de emergencias para que la auxiliaran,y en el caso del varon tampoco paso nadie por ese BOULEVARD a pesar que esa misma noche se estaban celebrando unas fiestas locales. Ya me duelen las manos y apenas tengo voz de decir a gritos que cuando los ayuntamientos se van a poner manos a la obra para que se construyan albergues decentes con plazas suficientes incluso hasta de sobra para que ningún indigente vuelva a tener que dormir en la calle, ¿ cuantos indigentes mas tendremos que enterrar este invierno por la falta de plazas en albergues dignos? Es que para los políticos solo les importan las personas y se acuerdan de los indigentes en época de elecciones, cuando están en juego sus cómodos sillones en los ayuntamientos y como ven que se le puede acabar el chollo prometen el oro y el moro, cuando en Madrid salio la coalición entre AHORA MADRID y PODEMOS la SEÑORA ALCALDESA DOÑA MANUELA CARMONA prometió paralizar los desahucios a las familias que no pudiesen hacer frente a los pagos de las hipotecas, también prometió el pago de los servicios básicos como el agua,el gas y la electricidad y ayudas a los indigentes pasados varios meses de su elección como alcaldesa de todo eso nada de nada y en las calles siguen muriendo indigentes cuando a ocupado su sillón a los indigentes los a dado de lado, mueren congelados de frió en los bancos de los parque, son insultados, humillados y agredidos, osea que como siempre todo sigue igual, aunque en la manifestación que celebraron todos los sin techo en Madrid el día 22 de Octubre 2015 doña MANUELA CARMONA prometiese el oro y el moro cuando dio su discurso lleno de promesas y dando falsas ilusiones a este colectivo, resulta que tres meses después de esta manifestación los indigentes siguen muriendo de frió en las calles, son insultado, agredido y humillados y mientras tanto ni desde el AYUNTAMIENTO ni desde ASUNTOS SOCIALES el cual depende del ministerio de sanidad no se a movido ni un solo dedo para mejor la situación de estas personas y los indigentes siguen estando igual o en peores condiciones que antes. BUBÚ
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