elCorreodeANDALUCÍA
El SAS vulneró el derecho a la huelga de los MIR al doblar turno a los adjuntos
La Inspección de Trabajo da la razón a los residentes que denunciaron su sustitución durante el paro indefinido. No multa a Salud al no ver "esquirolaje externo" pero insta a los Mir a acudir a los juzgados de lo Social
“Se ha producido una vulneración por vía indirecta de dicho derecho a la huelga a través de la sustitución del personal EIR
(Especialistas Internos Residentes) en huelga por personal FEA
(Facultativos Especialistas de Área) a través de las múltiples
modificaciones de sus turnos y horarios de trabajo”. Es la respuesta
que la Inspección de Trabajo ha dado a los 158 médicos residentes de
los hospitales sevillanos que denunciaron su sustitución durante la
huelga indefinida que mantuvieron desde el 19 de noviembre hasta el 21 de diciembre
contra la forma en la que el SAS les aplicó la ampliación de la jornada
a 37,5 horas semanales. La Inspección de Trabajo señala así que existió
por parte de la Consejería de Salud una “actuación vulneradora del
derecho a la huelga” recurrible por los MIR ante la “jurisdicción Social
por el procedimiento de tutela de derechos fundamentales y libertades
públicas”.
El
paro de los MIR, que terminó con un acuerdo que cumplía a medias sus
pretensiones –en vez de quitarles diez horas de guardia, pagadas mejor,
para convertirlas en ordinarias les quitaron cinco– y fue ratificado en
asamblea por un ajustado margen de votos, mantuvo en jaque al SAS en un
tenso pulso en el que ambas partes tardaron más de quince días en
sentarse siquiera a negociar. Fue en esa primera parte de desencuentro,
en la que la consejera de Salud, María Jesús Montero, llegó a amenazar a
los residentes con consecuencias para su evaluación académica, en la
que los huelguistas denunciaron el boicot del SAS a su paro al suplir su
labor con adjuntos a los que hacían doblar turnos y guardias, una
situación que también llevó a un grupo de facultativos del Virgen del
Rocío y del Carlos Haya de Málaga a plantearse unirse al paro. En su
denuncia también aluden a contrataciones temporales realizadas en ese
mes con el mismo efecto.
La polémica estaba en el ambiguo estatus laboral de los MIR, médicos
contratados pero en periodo de formación. Tal como recuerda la
Inspección en su informe, su relación laboral está regulada en un Real
Decreto de 2006 que indica que conforme avanza el periodo de la
residencia ésta va siendo “más profesional y menos formativa en
proporción a la autonomía que se va adquiriendo”. El mismo decreto
recoge que los MIR tienen reconocidos los derechos y deberes fijados en
el Estatuto de los Trabajadores, lo que incluye el derecho a la huelga.
Sin embargo, ante un paro del colectivo, el SAS no puede fijar servicios
mínimos ya que se supone que la plantilla necesaria para atender a la
población está calculada sin tenerlos en cuenta. Así lo reconocieron los
responsables del SAS en la reunión a la que les convocó la Inspección
de Trabajo tras la denuncia de los MIR y así lo reconoce también ésta.
Pero en dicha reunión, los directivos del SAS alegaron que
los cambios de turnos a los adjuntos entran dentro “del poder de
dirección y organización del empresario, de modo que lo único que se
estaba haciendo es optimizar los recursos humanos (FEA) con la finalidad de atender tanto la actividad programada como la no programada (urgencias)” sin tener en cuenta a los residentes dado el “carácter meramente instrumental de su actividad”. Sin embargo, la Inspección de Trabajo entiende que “la práctica hace que los EIR, y particularmente con mayor intensidad aquellos con mayor formación, asuman funciones asistenciales que deben prestarse por el SAS” dentro de su formación.
Prueba de ello, según el informe, son “las múltiples modificaciones
producidas en turnos y horarios del personal FEA”, así como la denuncia
presentada ante el juzgado de guardia de Sevilla el 29 de diciembre por
un grupo de adjuntos del Virgen del Rocío en la que alertan a la
Fiscalía de las “demoras en la asistencia y posibles consecuencias en
materia de seguridad, calidad y eficiencia de la asistencia médica como
consecuencia de la asunción por parte de los especialistas de todo el
trabajo” debido a la huelga de los médicos residentes.
El informe también alude a la circular interna emitida el 10 de
diciembre por el director general de Profesionales del SAS que ordena
suspender “las autorizaciones de permisos, vacaciones y licencias” de
los MIR. La Inspección considera así que las modificaciones realizadas
en los turnos de los adjuntos “pretenden dar cobertura efectiva a las
necesidades de la población a atender” y que esos cambios no se
producen cuando no hay huelga de residentes “por cuanto efectivamente
los EIR efectúan actividades asistenciales”.
“Por tanto, y con independencia de que pueda tener un fin
loable, el de atender a la población, no deja de tener a la vez una
finalidad prohibida por el ordenamiento cual es la de cercenar los
efectos de una huelga lícita”. Sin embargo, no considera probado que las contrataciones eventuales también denunciadas fueran para sustituir a los huelguistas por lo que en ese caso “no se ha constatado la existencia del denominado esquirolaje externo”.
Careir, la coordinadora de los residentes, ha puesto a disposición de
éstos una copia del informe para quien quiera llevar el asunto a la vía
judicial aunque también prevé realizar una denuncia colectiva a la que
pueden adherirse.
El esquirolaje externo sí está recogido como muy grave en la
Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social y sancionado con
multas de entre 626 y 6.250 euros pero en este caso la Inspección remite
a la vía judicial. La Ley reguladora de la jurisdicción Social, que sustituyó en 2011 a la antigua normativa de procedimientos laborales, incluye
la vulneración de derechos fundamentales y determina que en esos casos
es el juez quien debe decidir si existió tal violación de derechos y
fijar si lo estima una indemnización.
Siempre es bueno leer estos cambios que van sucediendo para mejorar, poco a poco vamos haciendo un trabajo excelente, enhorabuena por el blog Alfonso
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