martes, 25 de marzo de 2014

25.03.14.- ANÁLISIS MESURADO DE LA ACTUACIÓN POLICIAL EN LAS MARCHAS DE LA DIGNIDA

DIARIO PROGRESISTA


LOS POLICÍAS AMENAZAN CON DISPARAR A JEFES Y MANIFESTANTES

El ministro Fernández está a punto de perder el control sobre las fuerzas policiales

LUNES, 24 DE MARZO DE 2014














Un buen número de policías, especialmente los integrados en la UIP, los conocidos popularmente como antidisturbios, mantienen unos niveles de indignación con los altos cargos del Ministerio del Interior que raya en la insubordinación. Los sucesos del fin de semana han sido la gota que ha colmado el vaso y, según mensajes intercambiados en foros policiales, estos indignados de uniforme no saben si dirigir sus armas contra sus mandos o contra los manifestantes. Un polvorín rodeado por el fuego.


Según explica el sindicato Alternativa Sindical de Policía “Es cada vez más habitual escuchar a los policías manifestar que están “quemados” de la situación que están viviendo en el Cuerpo Nacional de Policía, y escuchar como algunos compañeros ya comienzan a advertir “que cualquier  día empuñarán sus armas reglamentarias y se cargarán a los mandos policiales”.
En paralelo, en foros sectoriales de Internet como el popular ‘Foropolicia.es’ se leen mensajes como “Ayer ya hubo situaciones para tirar de pistola.(…) No sé vosotros, pero antes de ver morir a un compañero, o que me maten, tiro de reglamentaria, que para algo está”. Otro usuario del foro, también comentando las situaciones que vivieron el sábado en la represión de la Marcha por la Dignidad, señala: “El tirar la defensa para usar la pistola llegará, es sólo cuestión de tiempo”.

Lo más preocupante de esta situación, que es clasificada como “explosiva” por muchos observadores, es la absoluta pasividad, tanto de los mandos policiales directos como de los responsables políticos del Ministerio del Interior, con el ministro Jorge Fernández Díaz, a la cabeza. Frente a la diligencia mostrada para reprimir escraches o comunicaciones incómodas para responsables políticos y altos cargos del PP, es doblemente escandalosa la pasividad y abulia de los mandos ministeriales para intentar encauzar una situación que se les está yendo de las manos a cada hora que pasa.

El descontento de las bases

El descontento larvado y bronco que venía gestándose desde hace semanas, se ha precipitado este fin de semana, cuando a pesar del apabullante despliegue policial, más de 1.600 policías para controlar una marcha que fue pacífica hasta que actuaron ‘incontrolados’ por ambos bandos, policías cargando contra una pancarta andarina y nada agresiva y grupitos de radicales enmascarados empleándose con saña contra antidisturbios, una dureza que sorprendió a los antidisturbios.

Fruto de esa sorpresa y esa rabia fue la reunión convocada ayer, de manera netamente asamblearia, copiando los métodos y técnicas de los manifestantes que horas antes aporrearon por las calles de Madrid.

En esa asamblea, convocada al margen de la legalidad y de las estructuras representativas de los cuerpos policiales se dio rienda suelta a la indignación que genera en los policías sentirse, según ellos, abandonados y traicionados por sus mandos políticos. Continuación de esa asamblea en los foros y redes sociales son los mensajes que hemos reproducido al comienzo de este artículo.

Sin embargo, los únicos que han intentado hacer algo para encauzar una situación potencialmente explosiva han sido los sindicatos policiales. Una vez más, Fernández Díaz es capaz de crear incendios, pero no sabe cómo apagarlos. Así, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) y la Confederación Española de Policía (CEP) han reclamado este lunes la dimisión o el cese del comisario jefe de las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, José María Ruiz Igusquiza, y del jefe de la UIP en Madrid, el inspector jefe Francisco Javier Virsea, por la desastrosa gestión del despliegue policial de este sábado que, a su juicio, llegó a poner en peligro la vida de los policías desplegados.

Para el SUP, los máximos responsables cometieron una "irresponsabilidad total", y por eso considera que deben dimitir Ruiz Igusquiza y Virsea o, si no lo hacen, "que los cesen" porque sus subordinados "les han perdido el respeto". Precisamente, este lunes se ha celebrado una reunión en la Dirección General de la Policía en la que los representantes de los sindicatos han planteado los ceses o dimisiones.

Ambos sindicatos han convocado una manifestación para el 26 de marzo a las 13:30 horas en Moratalaz. Sin embargo, tal y como señala Alternativa Sindical de Policía, muchos policías rechazan su apoyo, y han decidido desvincularse de los mismos, acordando acudir a la cita sindical una hora antes para manifestarse a su aire.

Las razones últimas de un conflicto

Fuentes consultadas por Diario Progresista señalan que los sindicatos mayoritarios tendrán que emplearse a fondo para intentar reconducir la ira de las bases policiales. Y es que, según ellos, llueve sobre mojado.

En medios políticos se señala que “el Partido Popular, desde el minuto uno de su llegada al poder, no ha dejado de lanzar mensajes buscando crispar las protestas y criminalizando a los manifestantes.

Quisieron dejar bien claro que, para ellos, ‘tranquilidad viene de tranca’ y endurecieron las instrucciones de actuación en la represión de las manifestaciones”.

Desde la llegada del PP al poder se han sucedido las denuncias de violencia policial y uso excesivo de la fuerza para la represión de movimientos ciudadanos pacíficos y que, sólo después de la actuación policial desmedida, eficazmente secundada por grupos de provocadores no identificados, se derivaron en violentos.

Sin embargo, los policías, especialmente los antidisturbios, se sienten manipulados y tirados al pie de los caballos. Desde su óptica, no han hecho más que cumplir con las órdenes recibidas. Pero, si se produce algún escándalo mediático, como los que se han derivado de la actuación policial en las marchas por el aniversario del 15-M, el 25-S, las huelgas estudiantiles, algunas protestas contra desahucios, los últimos sucesos de Ceuta y un largo etcétera, el Ministerio, con Fernández a la cabeza, no les defiende y encima les sanciona.

Por ejemplo, según las fuentes consultadas, en medios policiales causa profunda indignación que la más mínima falta de un policía o guardia civil de a pie, sea castigada más que con severidad con ferocidad y, sin embargo, conductas como las del  teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Díez, que organizó una comilona con su padre y otros golpistas para celebrar el aniversario del intento de golpe de Estados del 23-F de 1981, quede impune. Tan sólo se le ha relevado del mando de su unidad, pero ni se le ha arrestado ni se le ha abierto expediente siquiera.

Tal y como resumen algunos observadores políticos para Diario Progresista “Este es el resultado de incitar a la violencia, de criminalizar la protesta, de participar en la vida política desde ópticas ventajistas y sin escrúpulos. Cuando la convivencia se derrumba, todos pagamos las consecuencias.

Los manifestantes y los policías. Esperemos que el Ministerio sepa desactivar la bomba de relojería que ha activado con su incompetencia”.






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