miércoles, 28 de mayo de 2014

28.05.14.- EL ANÁLISIS DE EQUO. ESTEBAN DE MANUEL JEREZ.

LETRAS EMERGENTES
Esteban de Manuel Jerez 


El 25M como punto de inflexión: ¿cómo lo gestionamos?


salir en verde


El 25M a las 11.00 de la noche, en la Tasca, con los compañerxs de Equo Sevilla y de la coalición Primavera Europea, excitado, con un ojo en la tablet y otro en la pantalla del televisor, viví un momento de euforia. La Tablet anunciaba desde el primer momento el escaño para Primavera Europea, algo que sabíamos que estaba en el filo de la navaja. Sin ese escaño el proyecto por el que llevábamos tres años de trabajo incesante, contra viento y marea, estaba tocado de muerte.  Y es un proyecto necesario en el creemos. Lo decía a los compañeros: ¡tenemos diputado! Pero nadie reaccionaba. Aún no había salido en la tele. ¡Lo que no sale en la tele no es real!

Pero una vez aliviado por esa constatación, mi sentimiento de excitación y alegría se vió inconmesurablemente incrementado por la irrupción de PODEMOS con cinco escaños y lo que eso significaba. La abstención pese a alcanzar nuevamente cifras cercanas al 50% cedió protagonismo informativo ante la novedad de la movilización del voto hacia una opción que ha sabido llevar el movimiento del 15M a las instituciones. Algo que habíamos intentado sin éxito, antes de tiempo, el 25N de 2011 desde EQUO. Y tras un frustrante y frustrado debate interno, algo que habíamos renunciado a intentar de nuevo, no lo creímos posible. En consecuencia optamos por una estrategia timorata, dirigida a obtener un diputado, o medio, que planteó estas elecciones como si fueran unas elecciones más, no las del punto de inflexión que nos permitiera reaccionar y dar un golpe de timón ciudadano en las urnas. Se optó para ello por la vía más “sensata”, el acuerdo con Compromis. Y lo conseguimos: tenemos medio diputado. ¡Menos mal que salió medio bien!

Algunos desde Equo lo intentamos, no obstante, participando en Asamblea Ciudadana de Sevilla como promotores de la misma desde el inicio. Intuíamos que era el momento y que era urgente intentarlo, que la gente estaba demasiado castigada y agotada de análisis crítico de la crisis: la gente necesitaba creer en alternativas. Los estudios científicos sobre expectativas electorales demostraban que el movimiento iniciado el 15M había madurado  la idea de que era necesaria la presencia en las instituciones, de que era el momento de plantear con ambición un gobierno de la mayoría social. Ese era el objetivo de Asamblea Ciudadana, de Frente Cívico, de Alternativas desde Abajo, … Estaba en el ambiente, se intentaba desde múltiples iniciativas con manifiestos casi coincidentes.

El objetivo es construir una democracia real, capaz de hacer contrapeso ciudadano al enorme peso de poder de bancos y grandes conglomerados empresariales. Y para eso era necesario hacer un 15M.2 Llevar el 15M con su diversidad y pluralidad al parlamento y tener como objetivo gobernar para la mayoría social. Es importante comprender que para que esto sea posible la solución no era un frente amplio de izquierdas. La suma de las siglas que ya existían, en un formato viejo, tiene su límite y no es capaz de representar al movimiento del 15M. Es incapaz de movilizar a quiénes desconfían de los aparatos de los partidos políticos y sus reglas de juego. Se necesitaba algo nuevo, algo capaz de movilizar la indignación en las urnas con un formato coherente con el puesto en juego el 15M: democracia radical en las formas. Pero había que darle forma nueva a esa canalización y eso era lo más difícil. ¿Cómo hacerlo a tiempo? Para ello era fundamental dejar las siglas en segundo plano (no hacerlas desaparecer) y poner en el centro el trabajo cooperativo para elaborar un programa de cambio de reglas de juego y elegir en primarias abiertas la candidatura que llevase ese programa a las instituciones. Pero también era imprescindible manejar bien el lenguaje y los símbolos. El lenguaje de lucha de clases y los símbolos de la izquierda dividen, no tienen hoy capacidad para unir a la mayoría social. Había que hablar para la gente común, para trabajadores y pequeños empresarios, para autónomos, para jóvenes y mayores…

En la Asamblea Ciudadana de Sevilla, con un agotador trabajo horizontal, no supimos ni pudimos aglutinar un movimiento así a tiempo. Pero se palpaba en el ambiente desde el principio del otoño que desde muchos lados se estaba intentando crear ese espacio de ruptura. Y algunos, que creíamos que había que estar ahí, no entendíamos que EQUO, que había sido pionero en la creación de un partido formato 15M, no participara de este movimiento. La urgencia interna por consolidar el proyecto llevó a la ejecutiva a apostar desde el primer momento por la vía tranquila y segura. Se argumentaba que en España no se vislumbraba que fuera posible plantear un cambio democrático. Nos equivocamos: no supimos leer el momento y por consiguiente erramos en la estrategia. No obstante salió medio bien: seguimos vivos.

Pero lo realmente relevante el 25M fue que PODEMOS acertó con la forma para abrir la lata y ha provocado un terremoto político que ha generado un punto de inflexión. PODEMOS se ha visto desbordado. Sus promotores tienen la responsabilidad de estructurarse de forma horizontal, radicalmente democrática para canalizar esa esperanza. Tienen la responsabilidad de contribuir a articular la unidad de la mayoría social con un formato nuevo y un lenguaje nuevo. Responsabilidad que compartimos el resto fuerzas políticas alternativas al desorden establecido. Y las municipales nos dan la oportunidad de hacer el ensayo allí dónde podamos. Tenemos que ser capaces de innovar y unirnos para crear candidaturas de gobierno municipal que sean cooperativas de transición, que combinen pragmatismo y utopía, como propone Ricardo Marqués: la utopía como brújula, el pragmatismo para construir la utopía paso a paso con realismo. EQUO aquí tiene que aportar justamente esa visión de que no hay futuro para el empleo y la economía fuera de los límites, ya superados, de la naturaleza. De aportar una brújula para orientar el camino de transición.

Pablo Iglesias lo dejó claro: PODEMOS no ha nacido para ser una opción testimonial sino de gobierno. Para ello todos los que pensamos que es necesario y posible tenemos que unirnos desde la diversidad. Sin renunciar a nuestros propios proyectos de futuro. Pero conscientes de que para que haya futuro, hay que coger el timón del gobierno antes de que la situación lleve a la desesperación y al desastre. Cuando la democracia gobierna contra la mayoría, lo sabíamos y ahora lo vemos delante de nuestras narices, la respuesta es el fascismo: en Francia, en Grecia, en Ucrania,… Y no podemos volver a repetir la historia. Caverna mediática y política: hacéis bien en hablar mal del programa de PODEMOS, así la gente inteligente lo leerá. Es común al de EQUO-Primavera Europea y al de IU … en lo esencial. Porque es el programa de la mayoría. Sólo se ve amenazada la inmensa minoría que defendéis.



ESTEBAN DE MANUEL JEREZ


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