04.12.15.- HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO.

NO HAY CAMINO A SEGUIR

LOS "SIN TECHO" DE SEVILLA

Fuimos al 15 M los indignados.

Porque los pobres eran cada vez mas pobres

 y los ricos mas ricos.

Y entre los pobres los mas pobres, ¡Los "sin techo"

Los tirados en las aceras, en los cajeros.

Los del 15 M formamos las mareas:

negras de los funcionarios,

blancas de las sanidad,

verdes de la educación,

rosas de la dependencia...

Y aparecieron los partidos emergentes:

PODEMOS, CIUDADANOS (y con un lavadillo de cara IU)

Y los "sinhogar" seguían tirados en las calles de Sevilla.

Y no nos conformamos.

Y emergió un gobierno socialista en la ciudad.

Y nos acercamos a él.

Y propusimos un techo para los sin techo.

No le pedíamos dinero ni personal.

Solo un  terreno.

Nos obligaron a darle una estructura organizativa al movimiento.

Le llamamos LA CARPA.

Nos pidieron un CIF.

Hicimos colas y cocinamos un CIF.

Y en el camino los "sin techo" se nos acercaron.

Y les creamos falsas expectativas.

Dimos por hecho que el músculo del alcalde  Espada,

 era de otra fibra que la del anterior primer edil,  el juez Zoido

Y no había ni músculo ni fibra, ni nada de nada.

Nos interpusieron al Sr. Flores, delegado de los servicios sociales,

y a la Sra. Barroso, directora general en este cometido.

 Ambos auténticos  palos en las ruedas,

 para todo aquello que no fuera un proyecto privatizador, 

de la asistencia social sevillana.

Y los "sin techo"  ya organizados,

irremediablemente volcaron su cólera y su "rabia de vida" "su rabia de día" y su "rabia de noche"

contra los munícipes que bloqueaban las soluciones.

Y así LA CARPA y su proyecto innovador,

de la autogestión de los "sin techo"

quedó paralizado, ya con mucho frío,  a las puertas de la Navidad.

 Protegiéndose de un fuego cruzado y  demoledor.

La CARPA tiene que buscar otros lugares,

otros municípios para su proyecto. 

Los ediles de Sevilla no  se la merecen,

Los voluntarios y los sin techos de la ciudad,

 no encontraran jamas,

respuesta social alguna

de los que añoran la invisibilidad de los hoy visibles.

A. Romera.